III
Era como si las palabras fluyeran de mi voz hacia los demás, y no podía
dejar de pensar con cada página que cambiaba, que todo lo que estaba leyendo
sobre esa historia era mentira. No era la primera vez que llegaba a esa súbita
conclusión, sino que muchas veces que mis compañeros leían, tras escucharlos,
me quedaba pensando que nada de los acontecimientos que leyeran en voz alta
fuera un 10% verdadero conforme a lo que mi razón comenzaba a advertirme. Esta
vez no resultó diferente, las palabras fluían sin atorarse en mi garganta y aun
cuando estaba reprimiendo tanto las lágrimas como el dolor de los pies, estaba
dejando en claro que quería seguir con mi récord de no tener una herida de bala
en mi mano para la tarde.
Los Insufribles, ¿alguna vez han sentido que los han engañado
deliberadamente? Bueno, yo he sentido que lo han hecho toda mi vida, pero
oponerme a la Republica a mis escasos 17 años en el tema de los textos
literarios va más allá de mi rebeldía común y sin pensar, que el cuestionar esa
parte del gobierno te lleva a un peldaño mas grande de castigo, del cual la
Republica Africenses no es quien lo imparte, sino el verdadero causante del
sistema cruel que hay hoy en las islas y países que han sobrevivido la guerra
de los Océanos: los Gobiernos Mundialmente Unidos (GMU). ¿Donde quedaba? Sólo aquellos
con mayoría de edad sabían cómo era y qué te hacían ahí en tu cumpleaños numero
dieciocho cuando todo el primer tomo de las leyes ya no será aplicable para ti
al convertirte en u adulto. Pero nadie hablaba sobre su experiencia, nadie
podía decirte si era verdadero o falso las torturas que ahí te impartían para
quitarte los pocos remansos de infancia que podían seguir en tu interior. Como
en todo lo demás, nadie hablaba, creaba o imaginaba. Sonreí a medias mientras
leía pues creo que ya lo descubriré dentro de dos semanas.
Pero, retomando mí estado de rebeldía, no era tan insensata como
preguntar por qué estaba escrito de dicha o aquella forma, y mucho menos decir
que algunos de los autores que aclamaban decir que era su obra era mentira. Esa
mañana me sentía como cuando leímos Caperucita roja cerca de mi noveno
cumpleaños, Nietzsche era el autor, pero no podía dejar de pensar en los
hermanos Grimm que habíamos leído días atrás en historia de las catedrales de
la antigua Europa, ¡el autor no era el! Su concepción de un cuento era
demasiado filosófica para ser en realidad algo ligero para un infante de diez
años. Fue la única vez que me atreví a decirlo, pero los azotes impartidos en
todo mi cuerpo (sin mencionar que me cortaron un pedazo de piel para escribir
en él mi crimen y así poder archivarlo) me llevaron a no volver a cuestionar a
los ingenieros en el tema. Y mucho menos desafiaría a Koffer en este tema
frente a todos y dentro del salón, pues sería muy capaz de saltarse la ley de
no matar a los menores con tal de callar mis imprudencias.
Los Insufribles, Víctor Hugo era un dramaturgo de la era medieval, cuya
obra del Mio Cid me pareció muy perturbadora al ser su personaje el que mató a
Merlín en la leyenda del Rey Arturo por decir que era un hechicero a lado del
próximo Rey de Inglaterra; como en todos los cien mil libros que existían,la
fantasia no era parte de ninguno, eso lo había dejado claro la Republica
Africenses al contar cuando la isla de
Yemen, no muy lejos de Eritrea, se levantó en una pequeña revolución con el
argumento de que los hechiceros, dragones, elfos y anillos mágicos existieron
en el "Cantar de los lunginos" que aclaraban era el cantar, pero de
los Nibelungos. Obviamente Yemen dejó de existir hace un siglo debajo de un gran
tsunami tras romperse sus pilares marítimos con bombas nucleares por parte del
ejército, y fue la última revolución que hubo por una diferencia de géneros
literarios ante la GMU. De ahí en adelante ya nadie mas cuestiona el régimen
con el que vivimos y la ignorancia se ve más latente cuando más personas
analfabetas aparecen entre las familias al no poder comprender del todo un
lenguaje o ser expulsados por comportamiento inadecuado de la escuela. Si así
era en Debuwawi, ¿cómo estarían las otras regiones de Eritrea tras las montañas
del Rift? ¿Cómo estarían los demás países? ¿Cómo estarían los demás
continentes? Porque era fácil deducir que al existir la GMU los otros
continentes no eran solo una fina línea del horizonte que te llevase en picada
hacia ellos...
-Woolf, detente, se llevaran los siguientes diez capítulos para mañana
y seguiremos con la lectura en dos días. Pueden retirarse.-lo voltee a ver,
pero el gruñido que me dedicó hizo que cerrara el libro y saliera con Nassif
del salón.
-Y saliste sin una bala nuevamente. ¡Sigues acumulando puntos en tu
récord a nivel nacional!- golpee su espalda, ya que había insistido en cargarme
en ella tras desplomarme en la arena camino a casa.
-No es algo para alegrarse, es un tragedia, aunque en si puedo respirar
tranquila porque no hay manera de que mis padres puedan curar una herida de
bala, unos azotes sí, pero una herida como la que hubiera llevado a casa si
tartamudeaba, se me hubiera infectado y hubiera muerto como Yamir el año
pasado.
-Mejor Yamir que tú.
-Y regresamos a tus sentimientos obscuros en cuanto a las demás
personas. Si vas con esa actitud a cumplir 18 años y ser llevado por tus
excepcionales calificaciones a ser ingeniero nuclear serás igual o peor que
Koffer.
-Ahora me estas subestimando. Seré mejor que Koffer pero porque no
azotare inocentes por traer arena en las zapatillas.
-Tonto.
-Insufrible.- y eso me pegó como una daga en el pecho, y vaya que es un
dolor intenso. Voltee a ver hacia el pequeño mercado de los jueves a las
afueras de Kobar. Los Insufribles por Víctor Hugo, tenía mas dentro de su prosa
una vida de miserables durante una revolución y carnicería humana relatada por
un ex convicto perseguido por un obsesivo a las reglas.
-Como todos nosotros.- pensé con pesar y me recargué el resto del camino
en la espalda de Nassif.